 Tú dices escapa y yo pregunto cómo, tú dices huye y yo pregunto por dónde, tú dices escóndete y yo pregunto en qué lugar, pues tú eres la llave que abre mi prisión, tú eres la brújula que me indica mi camino, tú eres la gruta donde me quiero refugiar. Pero no estás dispuesto a asumir el ser mi guía y sólo apareces para recordar mi agonía, ya que veo la cerradura y no puedo abrirla, miro por la ventana y ni la luna el camino ilumina. Imagino un refugio en el que no me cobijaría. ¡Es tan difícil conseguir escapar de esta prisión! Pero es más difícil sin ti, sin tu ayuda, sin tu ilusión, sin tu mano tendida esperando mi decisión. Quiero salir, quiero oler el mundo, sentirlo brotar bajo mis pies, pero si he de sacrificarme lo haré, porque para encontrarme perdida sin esperanza, ni alegría, ten por seguro , vida mía, que prefiero estar dentro que salir fuera y estar sola
|