Jerez de la Frontera, IES Romero Vargas 

Este género musical surge  a principios de los 70. Se dice que nace en Panamá  o , quizá en Puerto Rico, con influencias de  un estilo jamaicano llamado raggaemuffin, de donde toma su nombre. En principio, a causa del  contenido de sus letras se distribuyó clandestinamente en algunos países, pero pronto empezó a difundirse por toda  América Latina y Estados Unidos, lo que le proporcionó una gran difusión. Entra en España en los 90 y, mezclado ya con ritmos de rap y hip hop, ha evolucionado a lo que hoy bailamos los jóvenes en la mayoría de las discotecas.

Su éxito se debe a que es un estilo de baile fácil, pues su ritmo repetitivo facilita el baile, por un lado, y, por otro a que  provoca movimientos sensuales.  Esta manera de moverse tan sensual y provocativa, con los cuerpos muy pegados, es lo que conocemos con el nombre de "perreo".

Las letras son repetitivas, en cuanto  los temas, resultan provocadoras, incluso eróticas. A veces tratados de modo más insinuante y otras  más explícito. El vocabulario es popular y a menudo resulta gracioso, con expresiones propias del Español de América más de la calle.

Existen, sin embargo, críticas. Un ritmo demasiado repetitivo,  pero, sobre todo las letras, que algunos consideran inmorales, otros machistas y hasta violentas.

Pero lo cierto es que este baile es muy popular entre los jóvenes de nuestro país y,  no vemos nada de malo en él, tiene mucho ritmo, es latino y no sentimos más cercanos  a él, es divertido y cada cual puede bailarlo como quiera, con o sin perreo.