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Escrito por Francisco Gabriel Uceda MartÃn
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sábado, 16 de enero de 2010 |
 Este nuevo tipo de ingenieria genética se abre paso a pasos agigantados en la sociedad actual. Nuestra generación es la que va a decidir los límites de su utilización, aunque hay varios puntos de vista. Personalmente, despúes de haberme informado y estudiado en la asignatura de Ciencias del Medio Contemporáneo, pienso lo siguiente:
Afronto los avances con optimismo para el futuro, pienso que es positivo aumentar la productividad de los cultivos mediantes estas técnicas, pero si no hacemos nada y dejamos libremente la opción de elegir este tipo de cultivo, pasara como pasa siempre, que las multinacionales se haran con el control de las patentes y los agricultores acabarán dependiendo de sus semillas y se aprovecharán de ellos. Creo que los gobiernos deberían adoptar medidas más estrictas para estos cultivos y que no ocurra esto por ejemplo:
Hace tiempo vi un documental sobre este tema donde salía un agricultor canadiense, éste se quejaba porque las semillas de Monsanto de un cultivo vecino se habían introducido en su cultivo (natural), la empresa vio este hecho y lo denunció por cultivar sin su autorizacion las semillas y le obligo a pagar una elevada multa. Evidentemente, debido a la constante innovación existe un vacío legal, y somos nosotros los que tenemos que informarnos de las ventajas e inconcenientes y formar nuestra opinion. Personalmente creo que se debería fomentar estos avances pero no controlados por empresas, sino por un comité internacional que decida para que esta innovación no se convierta en un problema en el futuro y se desarrolle este tipo de cultivo de manera eficiente y segura.
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