Juan Luis Rodríguez de Medina culminó sus estudios de Bellas Artes en la Facultad Sta. Isabel de Hungría en 1990, por lo que obtuvo el Premio Universitario "Real Maestranza" al nº 1 de promoción, así como el Premio Ayuntamiento de Sevilla al mejor expediente académico. Esto es solo el comienzo.
Inicia, paralelamente a su actividad profesional en la enseñanza,su andadura en el mundo del arte, creando y exhibiendo su producción en numerosas exposiciones individuales y colectivas. A lo largo de estos años ha sido galardonado con  premios que le han servido de incentivo para continuar creando, en su incesante  búsqueda por definir un estilo propio. Recientemente ha participado  en la exposición Escuela, Arte y Ciudadanía, 8x8 Artistas Docentes Andaluces, que hemos tenido la oportunidad de visitar en Jerez.

Pero, Juan Luis, a pesar y además de todo esto, es una persona sencilla , afable y con un gran sentido del humor, como hemos podido comprobar con el trato diario sus compañeros y alumnos  del IES La Campiña. Este último evento, sin embargo, nos ha hecho reflexionar sobre el artista , al contemplar su obra, una dimensión que se nos antoja lejana y ajena a la persona que conocemos. Pero son dos caras de una misma moneda y serán esos momentos íntimos de encuentro entre el artista y el hombre los que intentaremos sacar a la luz.

P:Háblanos de tu trayectoria, ¿cuándo empiezas a interesarte por el arte? ¿cuándo te inicias en él?

R: Casi desde niño siempre tuve cierto interés por el dibujo. En el instituto ya me fui orientando eligiendo asignaturas como diseño artístico y dibujo técnico. Cursé después un año de arquitectura (la física pudo conmigo) y de allí a Bellas Artes en la Facultad Santa Isabel de Hungría. A partir de aquí tuve claro que mi futuro estaba en la docencia aunque paralelamente intentaría desarrollar mi carrera como pintor.

P: Muchísimos artistas no han recibido una formación académica, desde tu experiencia dinos hasta qué punto piensas que es importante y de qué modo tus estudios universitarios han condicionado tu obra.

R: En el arte contemporáneo la formación académica entendida como formación artística tradicional (el "saber pintar") tiene una importancia muy relativa. De hecho, entre los nombres más destacados del panorama actual nos encontramos con muchos artistas que no han estudiado Bellas Artes pero que evidentemente tienen otra formación (filosofía, historia del arte, etc). Desde la desaparición de la concepción de la pintura como algo exclusivamente mimético de la realidad la formación de los artistas ha evolucionado hacia otros caminos del mundo de la expresión, de las ideas, de la sociología, etc. En mi formación puedo decir que he sufrido el handicap de estudiar en una escuela tan tradicional como la sevillana demasiado alejada de la realidad artística de nuestros días.

P: Al contemplar una obra de arte, el espectador se enfrenta al resultado de un proceso que imagina largo y complicado. Explícanos cómo es en tu caso, ¿concibes una idea que vas desarrollando siguiendo un esquema predeterminado?¿o tomando un punto de partida vas creando e improvisando, de modo que nunca sabes realmente cuál va a ser el resultado hasta el final?

R: Generalmente trabajo en lo que llamamos "series", es decir un conjunto de obras que tienen una directriz común o bien en el aspecto formal o en la temática. Me he movido alternando obras puramente abstractas con otras que incluían ciertos elementos figurativos. En los dos casos trabajo de manera muy semejante: parto de una idea básica, que tengo en la cabeza o reflejada en un boceto, y a partir de ahí voy dejando camino libre a la intuición y la obra va creciendo pudiendo incluso llegar a una realidad final bastante alejada del punto de partida.

P: ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración, los temas que más interesan?

R: No tengo fuentes de inspiración. Trabajo creando imágenes a partir de la nada. En esto creo que está la dificultad del que se considera, como yo, un pintor esencialmente abstracto. Mi punto de partida es la pintura y el final del camino es la pintura. Trabajo en la pintura como un metalenguaje aunque la inclusión en ocasiones de elementos figurativos me sirve como un escape y como una invitación al espectador a que invente historias particulares.

P:¿En qué corriente artística en encuadrarías tu obra?

R: Ya he respondido en la pregunta anterior. Es decir, la encuadraría dentro de la corriente abstracta, en ocasiones una abstracción más emotiva y en otras, más formalista. Tengo que decir, no obstante, que sería un poco pretencioso considerar que tengo un "estilo" definido, mi obra está llena de altibajos en búsqueda de ese "sello" personal que todo artista que se precie debe encontrar.

P:¿Qué pintores admiras más y en qué te han influenciado?

R: Creo que es evidente que los que más me han influenciado son algunos artistas que han estado en primera línea en la pintura abstracta de los ochenta y noventa, me estoy refiriendo a Uslé, Campano, Sicilia, Broto, Scully, Richter, etc. Tengo que decir, no obstante que también admiro a otros que hacen obras de carácter totalmente distinto como Manuel Ocampo, Miquel Barceló o Manolo Valdés. De los jóvenes me interesa mucho la obra de unos artistas de la zona, los hermanos Rosado Garcés.

P: ¿Qué te mueve a pintar, buscas sólo una actividad con la que disfrutar en tus momentos de ocio o , por el contrario, tu obra responde a una necesidad de comunicar algo al público?

 R: No trato de comunicar nada en concreto. Lo he dicho en otras ocasiones, en mi pintura no se cuentan historias, la pintura que hago es sólo pintura, nada más. ¿Disfrutar? En contadas ocasiones, casi siempre sufro porque no consigo lo que quiero.

P: Conoces bien a los jóvenes, ya que tu actividad profesional exige contacto diario con ellos. Háblanos desde tu experiencia, de la actitud de los adolescentes frente al arte.

R: En principio la actitud es bastante pasiva. Es evidente que en su escala de prioridades el arte no ocupa un lugar destacado. Mi preocupación fundamental es despertar ese interés por el arte como enriquecimiento de la persona y formar al alumnado para evitar el rechazo "aprendido" hacia el arte contemporáneo que evidentemente es más difícil de asimilar.

 P: El arte abstracto despierta, en muchas personas, cierto rechazo o indiferencia. ¿Debemos realmente buscar un mensaje en cada obra?

R: No. No debemos buscarlo porque puede ser que ese mensaje no se haya ni siquiera planteado. Ante la pintura abstracta nos debemos dejar llevar por el placer de mirar y si hemos desarrollado nuestra sensibilidad quizás seamos capaces de sentir una determinada emoción como la que podemos experimentar con la música (arte abstracto con mayusculas).

P: De los premios que has recibido ¿cuál ha sido el más importante para ti?

R: Todos los premios son bien recibidos, para qué engañarnos. Del que tengo mejor recuerdo es del primero, cuando todavía estudiaba, el Premio Nacional de Artes Plásticas "Villa de Rota". También, por aquello del orgullo paterno, el Premio Real Maestranza de Sevilla al Nº 1 de la promoción de Bellas Artes.

P: ¿En qué estás trabajando en este momento? En estos momentos atravieso lo que llamo una etapa de crisis creativa. Estoy pensando, dando vueltas a lo que ya he hecho, revisando, buscando nuevos caminos. Espero encontrar pronto ese camino que me lleve a una obra que tenga un interés verdadero.

P: ¿Qué aporta esta actividad a tu vida ?

R: A veces satisfacciones pero otras muchas frustraciones y descontento.