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Adiós a 'La Calita' PDF Imprimir E-Mail
Escrito por Jesús López Calatayud   
jueves, 07 de marzo de 2013
Una orden de desahucio puede acabar con tres años de lucha en el que Goliat parece vencer a David. La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz doblega a cinco familias en su empeño por conservar 'La Calita' un establecimiento muy conocido en El Puerto de Santa María, lugar muy popular de encuentro, ocio y descanso, tras casi tres décadas de dificultades, trabajo y dedicación.      
Situado junto al mar en la playa del Aculadero, en un terreno elevado a la entrada de Puerto Sherry, se encuentra un pequeño negocio local, llamado La Calita, un acogedor y singular pub-café integrado en un paisaje maravilloso junto a una coqueta cala y un pinar en El Puerto de Santa María.
Los creadores de este lugar iniciaron el negocio hace ya 28 años, y a lo largo de este tiempo han luchado contra diversas vicisitudes: la quiebra que durante quince años soportó el área portuaria donde se ubica, la falta de agua corriente en los primeros años, los cortes de energía eléctrica… y ahora, una orden de desahucio inminente. Este lugar tan popular, humilde y sencillo, puede ser derribado y posiblemente cambie de forma irreversible el hermoso paisaje por una imagen de hierro y hormigón. 
Tras la orden de desahucio por parte de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, el pasado lunes 21 de enero, el gerente de La Calita Pedro García está pendiente de saber qué ocurrirá finalmente con la situación de su establecimiento con el temor de que “si cierran el local no sé lo qué va a pasar pues da de comer a cinco familias: mis hermanos, mis hijos y nosotros… familias que se van al paro” argumenta.
Los problemas comienzan en 2011 cuando la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, modifica la linde de la concesión administrativa de dichas instalaciones y pasan a formar parte de Puerto Sherry. Según explica García, que desde entonces han tenido que soportar "una presión constante para que nos fuéramos de aquí porque tienen otros planes de negocios". Una vez comunicada la notificación han tenido de plazo hasta finales del febrero para finalizar su actividad, lo que indica que es inminente el desahucio y la demolición del entrañable - para muchos portuenses- establecimiento.
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Vista desde La Calita
La respuesta popular ha sido importante desde que se conoce la orden de desalojo, recogiéndose cientos de firmas por la permanencia del local, la solidaridad de diversos grupos políticos -a excepción de los que gobiernan la ciudad- o el apoyo de las peñas carnavalescas y la asociación de autores, dada la estrecha relación de García con el mundo del carnaval.
No es posible  olvidar que La Calita forma parte de la vida de El Puerto desde hace casi treinta años en los que multitud de personas han disfrutado de un tranquilo lugar, enmarcado por un hermoso paisaje de mar y árboles.
 
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